Por: Gustavo Tirado Osorno
(Texto original)
La Selección Nacional de Fútbol de México ha ganado en dos ocasiones el campeonato mundial de la categoría: menores de 17 años.
Jóvenes, en realidad muy jóvenes, han dado una lección a la nación, en el 2005 y 2011, de que la mentalidad puede sacar adelante a los individuos sin importar las adversidades.
Y es que en México hay millones como Fierro, Bueno, Vela y Andrade que buscan hacer un trabajo honesto, consistente y eficiente. También hay muchos Guzmán, Briseño, Juárez y Moreno que salen día a día a enfrentarse a retos complicados con trabajos difíciles por el bienestar de sus familias.
Existen miles de Dos Santos, Espericuetas y Casillas que implementan proyectos creativos, innovadores y propositivos. Muchísimos Arias y Sánchez que en solitarias labores, se esfuerzan y dan lo mejor de sí cada día.
Y por su puesto que en nuestro país hay miles de Esparzas y Gómez que nos muestran fortalezas físicas y mentales, que destacan en sus comunidades y, a pesar de las dificultades, se levantan todos los días a trabajar por México.
En el 2005 y en este 2011, estos jóvenes nos han mostrado que la idiosincrasia puede cambiarse; denotando que cuando se tiene orientadores adecuados como Ramírez o Gutiérrez se consigue mejorar como personas. No hay quejas, peros, trabas ni mentalidades obsoletas sino pensamientos jóvenes con hambre de triunfo. No hay traumas ni miedos históricos sino ganas de triunfar y ganar.
Estos muchachos tienen un título legítimo, no lo compraron pirata o chueco; ellos han demostrado que con base en el esfuerzo constante y trabajo continuo se puede conseguir destacar como los mejores del mundo. Que quede claro, su objetivo era trabajar en equipo, sin intereses particulares sino por México.
Las generaciones actuales tienen este ejemplo, otras generaciones están estupefactas o anonadadas y algunas más siguen con sus particulares ideas retrógradas.
Varios pensarán que no se debe echar las campanas al vuelo, que estos jóvenes sólo representan al fútbol mexicano, un solo deporte, mas no al país, quizá tengan razón, pero yo prefiero ser de la mentalidad sub 17.
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